martes, 30 de octubre de 2012

Pasar tiempo con nuestros hijos

En una sociedad tan "apurada" como la nuestra, son muchos los padres que delegan el cuidado de sus hijos en otras personas, a veces por algún tiempo al día, a veces por más... Algunos padres hay, que no pueden, aunque quisieran, pasar tiempo "de calidad" con sus hijos. Algunas madres hay que se sienten culpables por no poder estar más con ellos. Lo cierto es que nuestro país está muy mal situado en el ranking internacional en lo que se refiere a medidas que fomenten   la "conciliación" familiar desde las empresas o desde el gobierno, y este factor tampoco ayuda...
En mi opinión, una de las mejores inversiones que podemos hacer es pasar tiempo con ellos. El beneficio, presente y futuro, compensa.


Fotografía publicada en Facebook.

viernes, 26 de octubre de 2012

Tengo una encantadora "profe" nueva


El otro día mi hija me enseñó cómo hacer algo.  No se trató de un gran descubrimiento, ni nada trascendental. Sencillamente, fue la primera vez.



De todas formas a mí me hizo reflexionar. Desde que ella nació, ha cambiado mi perspectiva sobre algunos temas, he aprendido cosas sobre mí misma que desconocía, pero hasta esta ocasión, mi niña no había adoptado un papel activo en el proceso…
Esta vez fue algo sin gran relevancia, pero a partir de ahora y a medida que vaya creciendo, estoy segura que me enseñará muchas más cosas… Y llegará un día en que se inviertan los papeles, (es ley de vida, ¿no?): ella pasará a ser la profe y yo la alumna…


jueves, 18 de octubre de 2012

Farolas; (Quedada fotográfica de blogueros; tema octubre: farolas)












Es, simplemente, una farola de un pequeño pueblo marinero gallego. Me parece muy bella a pesar, o quizás, por su sencillez y contrastes.





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"Quedada fotográfica" es un blog y una propuesta original: cada mes se sugiere un tema y se invita a enviar una foto. Os animo a participar.

martes, 16 de octubre de 2012

"Coles de mayores" y amigos imaginarios

Primer día de cole de "mayores": María, (3 años y medio), iba muy contenta. Cuando estábamos llegando, su padre y yo le explicamos que el siguiente edificio era otro cole de niños aún más mayores.
Se lo pasó bien y salió contenta.
Ya por la tarde nos preguntó si al día siguiente podía ir al otro cole... Nos intentó convencer de lo mayor que era. Su argumento: que ya había hecho varias cosas en el cole de mayores. Digo yo que dado que sólo estuvo hora y media, no le daría tiempo a tanto…
Nuestra hija es atómica: ¿Por qué tiene tantísimas ganas de ser mayor? Nuestros intentos de convencerla de que ser "mayor" es aburrido, (porque los mayores tienen que trabajar para ganar dinero), no tienen casi ningún éxito...




Segundo día de cole: “Habemus” amiga imaginaria.
María vino hablando de Flora, una niña que estaba en el cole nuevo,  y que según ella había conocido con Irene, su mejor amiguita de la guardería, en el cole de baile.
Conocemos perfectamente a Irene, pero sabemos perfectamente que no hubo ninguna Flora, y aunque sí hubo sesiones de baile en la guarde, tampoco hubo cole de baile. Como yo ya había leído algún artículo sobre el tema de los amigos imaginarios, no nos preocupamos: De acuerdo con lo leído, que un niño se invente un amigo imaginario, no es bueno ni malo por sí mismo; no es conveniente llevarle la contraria, pero tampoco fomentarlo; sencillamente es signo que el niño intenta hacer frente a algo y demuestra que el niño en cuestión tiene una gran imaginación.
En unos días, y a medida que María iba haciendo nuevas amiguitas en el cole nuevo,  Flora iba desvaneciéndose.  Ahora tan sólo permanece en el nombre de María: Algunas veces dice que se llama María Flora o María Flor; (Si varias personas de su entorno tienen un nombre compuesto: ¿por qué ella no?).

sábado, 13 de octubre de 2012

Retomar el curso

Hola.
Ha pasado el verano, he conseguido llevar a cabo algunos de mis planes: lecturas atrasadas,  aprovechar la buena temperatura para hacer más actividades de ocio con la "family"...  y, como no, parar un momento y fijar prioridades.
Me gustaría hacer muchas cosas: retomar el francés, aprender idiomas nuevos, perfeccionar mis nociones de fotografía, reformular mi blog, pero como ya he dicho anteriormente, no hay demasiado tiempo libre...
Después de tres años trabajando en casa casi exclusivamente, he decidido volver a dar algunas clases fuera para romper con la monotonía del trabajo en casa; no muchas, porque de momento, la primera prioridad en mi lista sigue siendo mi hija. En este momento, ella es mi "alumna" más importante.

Intentaré quitar algo de tiempo para este blog, pero la verdad es que no voy a poder dedicarle el tiempo que me gustaría; no prometo, pues, grandes cosas... tan sólo compartir algunas de mis "historias".

Ha empezado el curso de los críos, y yo, como ellos,  y como tantas otros, retomo también el curso...



Os dejo un par de anécdotas de María, (3 años y medio), de este pasado verano:

Martes, 14 agosto 2012
Yo estaba limpiando en la cocina. Ya sabéis: esas tareas inacabables de las que siempre hay alguna en las casas. Mi hija al verme, se ofreció a ayudar. La dejé escoger lo que quería hacer y optó por limpiar el interior del tambor de la lavadora. Yo, aunque no me parecía en absoluto  necesario, por aquello de dejarla afirmar su independencia, la dejé...
Tengo claro que limpiar la casa no es una de mis tareas favoritas y María pareció llegar a esa conclusión rápidamente. Al día siguiente, dijo que limpiar era aburrido...

Viernes, 24 de agosto 2012
María cogió una pataleta porque la habíamos castigado sin dibujos animados. Cuando está de berrinche, procuramos ignorar su comportamiento: En ese momento, estábamos yo y ella solas en casa, por lo que fui a mi habitación, cerré la puerta,  y la dejé gritar. Vino detrás de mí y, como yo había cerrado la puerta, enfadada, se puso a pegar patadas en la misma. Yo hice un esfuerzo para contenerme y la dejé pegar patadas sin abrirle. Después de un rato golpeando, paró por un momento... Al poco tiempo volvió a empezar, pero el ruido era más fuerte esta vez... Abrí y vi que se había puesto una catiusca en el pie con el que daba patadas...
Simulé estar enfadada y le regañé, pero la verdad es que me hizo un poco de gracia en el fondo: Hay que tener un montón de paciencia con nuestra hija, pero está claro que no tiene un pelo de tonta...





viernes, 6 de julio de 2012

El verano es una invitación







Puede no ser muy original, pero me da igual: Me encanta el verano.
La llegada del buen tiempo, (del que no tenemos mucho en esta querida Galicia nuestra), para mí es como una invitación. Una invitación a hacer cosas que durante el resto del año no podemos sencillamente porque el clima no acompaña: a salir y disfrutar de las buenas temperaturas, a pasar más tiempo con nuestros hijos, a visitar sitios que lo merecen, a hacer algo más de ejercicio... (cada uno que piense en lo que quiera). Son muchas las personas que siguen teniendo una agenda muy apretada incluso en verano, y suspiran por tener más tiempo libre... pero bueno, aún así, hay que intentar buscar huecos.


Y eso es lo que quiero hacer durante este verano: Aprovechar para hacer más salidas con mi hija, ponerme al día en lecturas y otras pequeñas tareas pendientes, y como no, pensar un poco qué proyectos priorizar a partir del próximo inicio de curso... Dejo sin llevar a cabo muchas ideas para posts en este blog, pero es que, a pesar de robar tiempo al tiempo, no he podido hacer más...

Os invito a tomaros una pausa, a reflexionar sobre lo que es más importante para vosotros, e intentar disfrutar de los momentos libres que tengáis al máximo.

Feliz verano.

jueves, 5 de julio de 2012

María, mi hija; (Quedada fotográfica de blogueros, tema julio: la foto que más me gusta)



He hecho muchas fotografías y tengo, no una, sino varias que me gustan. Pero como la mayoría de personas a las que nos gusta hacer fotos y que tenemos hijos, el mayor número lo he hecho de mi hija María, y es por eso que escojo una de ésas.
En ésta, ella tenía poco más de año y medio, estábamos en el campo a finales de verano, y habíamos estado haciendo algo que a mí me encanta: coger fruta del árbol, limpiarla un poco y comerla... Para ella estaba siendo un descubrimiento: primero uvas, (María se había manchado con el jugo), y después manzanas... Para mí, el cogerla yo misma la fruta del árbol le confiere un sabor especial y a la niña pareció gustarle también la experiencia.
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"Quedada fotográfica" es un blog y una propuesta original: cada mes se sugiere un tema y se invita a enviar una foto.  Os animo a participar.

sábado, 30 de junio de 2012

Vacaciones en Playa Blanca, Lanzarote

Hace años durante mis vacaciones me gustaba hacer turismo cultural. No todos lo entendían: pasarse horas andando para ver monumentos, quitar fotos de "piedras" como me decía un ser querido, volver de las vacaciones sin bronceado...
Ahora que, como me dijo un australiano que conozco, he "sentado la cabeza" (los australianos llevan muy mal el asentarse), con unos añitos más, una niña y un marido, lo que quiero hacer es sencillamente, descansar y desconectar.

Este año he repetido por primera vez, destino turístico, algo que siempre rechacé hacer. El sitio lo merece: Playa Blanca, en Lanzarote. Fuimos hace dos años y nos gustó. Estuve también en otras islas, pero de momento, ésta es mi favorita.
No voy a dar datos reflejados en webs y guías turísticas. Tan sólo explicar por qué la recomiendo y por qué no me importaría volver de nuevo.

Primera razón, es una isla que posee una espectacular naturaleza, hay muchos espacios naturales y geografía muy diferenciada: acantilados, volcanes, macizos montañosos, playas, (destacaría Charco de los Clicos y  acantilados)... Segunda razón, está menos masificada que otras: Al llegar hace dos años, lo primero que me llamó la atención fue ver que las casas eran blancas, relativamente pequeñas y que no se veían edificios altos. En otras palabras, se ha construido de forma horizontal en sitio de hacerlo en sentido vertical. Incluso en las zonas más turísticas, los hoteles grandes se "esparcen a lo ancho" en sitio de crecer hacia lo alto. Al estar la isla menos masificada, es más tranquila y, en general, los hoteles están mejor acondicionados que en otros destinos más populares. Para los que tenemos niños, hay algunos muy buenos hoteles para familias, que ofrecen actividades para pequeños y grandes.
La mejor zona para alojarse es Playa Blanca, menos ventosa que otras, estupendamente cuidada y con mucha oferta de actividades, (diferentes trayectos en barco, clases de submarinismo, posibilidad de practicar snorkel o vela, alquiler de bicis...).  Por cierto, lo más económico es contratar directamente con las compañías que organizan las actividades.

Hay un paseo marítimo todo a lo largo de la costa muy cuidado y con hermosas vistas: empieza (o acaba, según se mire) en la Playa de las Coloradas;  atraviesa un precioso puerto deportivo en que hay asimismo un centro comercial (de nuevo, no se trata de un gran edificio, sino de una zona comercial "esparcida" por una amplia área); continúa pasando por delante de varias pequeñas playas; deja atrás el centro del pueblo de Playa Blanca y sigue bordeando pequeñas calas (algunas rocosas), hasta llegar al otro extremo, Montaña Roja. Los hoteles de categoría superior están cercanos al paseo marítimo, los de categoría inferior están un  poco más alejados, (aviso: la zona en que están éstos últimos está algo peor mantenida). 

Algo que me maravilla son los contrastes. Un día fuimos a la primera de las playas del Papagayo: la arena era muy suave y blanca; al día siguiente nos quedamos en la Playa de las Coloradas: la arena era volcánica y negra, al igual que las piedras.

El clima es subdesértico, con lo que abundan los cactus de gran tamaño y formas variadas. Personalmente, me encantó la forma en que el blanco de las casas "choca" con el color oscuro de la arena y de la tierra, con el verde de los cactus y el vivo colorido de las flores a lo largo del paseo.

Como me resulta imposible hacer una selección pequeña de fotos de todo lo visto, limito mi selección de fotos a Playa Blanca: Por sí sola, esta zona merece una estancia de varios días. Las fotos están ordenadas escogiendo una playa de la Reserva Natural del Papagayo como punto de partida, para a continuación tomar el paseo marítimo que empieza en la Playa de las Coloradas y va en sentido contrario hasta Montaña Roja.


































Gracias a todos los profes en este final de curso




Jueves, festival de fin de curso en el cole de la niña, ambientado en “Grease”: el personal de la escuela perfectamente caracterizado de forma acorde con la peli. Día siguiente, la super-profe Isa nos dio las “notas”: una cartilla en que nos cuentan cómo ha ido María el último trimestre. Serán guardadas con las “notas” previas y entregaremos copia a los abuelos. Y es que en realidad, nos hace más ilusión incluso a los familiares que a la niña.
Viernes, fiesta fin de curso en la piscina. Nos dieron un diploma también muy bonito en el que se ve a una niña nadando. Igualmente, lo guardaremos como recuerdo.


En estos momentos nos bombardean con cifras de recortes, recortes en todos los terrenos incluidos algunos que no deberían verse afectados: sanidad, cultura y educación. En educación, toca recortes de medios, recortes de profesores, recortes de salarios, cierres de centros en el rural…: el panorama no es muy prometedor.

Parte de mi actividad profesional la he desarrollado en formación: Soy perfectamente consciente de cómo se complica la labor del profesor con el aumento de ratios que se acabará produciendo como consecuencia, (en la enseñanza de idiomas, es probablemente el aspecto que más dificulta el aprendizaje); sé que la labor de los profesores no se acaba al salir del centro, (hay mucho trabajo de preparación de clases, de material, de corrección, etc., que se hace en casa); las vacaciones después de todo, no son tan largas como aseguran algunos, (hay muchos profesores que dedican parte de ese tiempo a preparar materiales para el siguiente curso)…

Durante el tiempo que estuve en Inglaterra me sorprendió lo poco valorado socialmente que era la figura del profesor, esa escasa valoración tenía y sigue teniendo su reflejo en una remuneración más pobre que otros profesionales. En Estados Unidos sucede algo similar, con la particularidad de que enseñar allí es casi una “profesión de riesgo” dado el alto índice de violencia juvenil de algunos centros… Ambos países tienen dificultades para cubrir vacantes de profesorado, al menos en algunas materias.
¿Es esa dirección hacia donde vamos en nuestro país? La verdad por desgracia, es que a mí me parece que sí…

Como cada fin de curso, en los medios se discute sobre la conveniencia o no de hacer regalos al profesorado. Creo que éso no es lo realmente importante. En la coyuntura actual, en que se está poniendo en peligro el que se pueda trabajar en las aulas en condiciones óptimas,  me parece absolutamente necesario hacer un homenaje a todos los profes, educadores, monitores, etc., etc., que nos ayudan a las familias en el proceso de educación de nuestros hijos e hijas. Los padres no podemos estar con los niños todo el tiempo: Muchísimas gracias por vuestro trabajo, muchísimas gracias por seguiros esforzando a pesar de los tiempos que corren.

http://www.youtube.com/watch?v=UC1FbGcRALc
Vídeo publicado por BabyRadioTv, que tomo prestado de Facebook.

domingo, 24 de junio de 2012

Cuando el niño reta

Durante las últimas semanas, nuestra hija María está  constantemente probando los límites de hasta dónde puede llegar, retándonos a veces... Es algo totalmente normal a su edad, pero al principio no sabíamos muy bien cómo lidiar. Saber cómo comportarse en este momento de desarrollo es fundamental. Creo que este artículo es útil.
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El Carácter del Niño.

La mayoría de los niños pasa por una época en que decide probar los límites que se le han impuesto y empieza a comportarse retador.

Cuando esto sucede, el niño intentará cualquier método desde la manipulación emocional, lágrimas que conmuevan al más indiferente hasta mostrar verdadera agresividad, y tener ataques de ira o pataletas en las que grita, patea, se tira al suelo, etc.

Para los padres es importante aprender a manejar estas situaciones de tal manera que no las estén provocando sin darse cuenta.

Uno de los momentos en que la mayoría de las mamás perdemos la paciencia es cuando nuestros hijos deciden comportarse así en medio centro comercial y delante de un montón de gente. Los sentimientos de vergüenza, de frustración, de impotencia surgen junto a la sensación de que el incidente sólo demuestra nuestra incapacidad para ser madres y controlar la situación.

Lo primero que se debe hacer en estos casos es precisamente olvidarse de esas sensaciones puesto que no ayudan a resolver nada y además son sentimientos infundados ya que la actitud del niño es relativamente normal en un momento dado. Después es importante ser consciente de que si no se toman las medidas necesarias, el infante empeorará y hará de estas escenas un hábito.

El mensaje que el niño debe recibir es que no está llegando a ningún lado actuando de esa forma, porque como él está probando los límites irá hasta donde se le permita. De esta forma, es importante que la madre mantenga la calma y no pierda la paciencia, pues sino se estaría poniendo al mismo nivel que el niño y perdería autoridad ante su hijo.

Luego, se le debe explicar al niño serenamente (una vez que él se haya calmado) que lo que hizo no es correcto porque no transmite ningún mensaje, y es imposible entender lo que quiere. Debe quedarle muy claro que no se hizo entender con su actitud violenta.

Seguidamente, hay que indicarle suavemente que su reprobable actitud tendrá consecuencias que pueden ser pequeños castigos. Por ejemplo, se le dice que cuando lleguen a casa, estará diez minutos castigado solo en su cuarto para que reflexione sobre su comportamiento. Toda la explicación debe ser clara y apta para la edad del niño, esto debido a que es fundamental que él entienda lo que está sucediendo. Otro castigo puede ser mandarlo a la cama cinco minutos antes.

Si tu hijo persiste con esta conducta, se deberá aumentar tiempo en el castigo. Recuerda que es fundamental explicarle la razón del castigo y nunca cedas, porque sino él creerá que ganó la batalla, que tiene el control y se volverá muy indisciplinado.

Por último, es importante que cuando el niño deje de tener esas reacciones, se lo hagas saber. Felicítalo y dile lo orgullosa que estás de él debido a su capacidad de controlarse, dile que ya está creciendo, así se sentirá muy contento y terminará por completo con su violencia. Tu hijo habrá descubierto por fin donde están los límites y sabrá que la que los pone eres tú.

sábado, 23 de junio de 2012

Volver a las aldeas de mis recuerdos

Como tantos niños que crecieron en los setenta en Galicia, soy hija de emigrantes y pasé mis primeros años con los abuelos en el rural. Cuando tenía siete años, mis padres se establecieron en Santiago, cercano a muchas aldeas.
Con 19 años, fui por primera vez a Londres como au­-pair (o lo que es lo mismo, a cuidar niños con una familia extranjera), para mejorar mi inglés. Allí me quedé extrañadísima al ver la reacción de sorpresa de los niños que cuidé al ver “en vivo” animales de granja, como gallinas, vacas, etc. La verdad es que no es tan raro como pensé en aquel momento… En una ciudad del tamaño y características de Londres, el campo queda muy lejos…
Por todo ello, me encanta “escaparme” de vez en cuando a esas aldeas en las que crecí, y proporcionarle a mi hija de 3 años la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de ver y conocer cómo se vive, (y por supuesto, cómo vivía yo cuando tenía su edad), en el campo.
Hace poco, nos “escapamos” una vez más. Fuimos a la aldea del abuelo Manolo: María vio vacas y terneros; vio a los terneros tomando, (y peleándose) por el “biberón”; vio gallinas y cogió los huevos que habían puesto (casi rompe un par, por el entusiasmo con que los echó en el recipiente en donde había que ponerlos); hizo un intento de cavar la tierra; cogió verdura y se la dio de comer ella misma a los animales; vio el tractor del tío-abuelo; jugó con los perros; pisoteó y saltó en el barro, (la norma es que con catiuscas se puede, con zapatos no); rodó prado abajo (mamá le enseñó, porque a ella le gustaba hacerlo cuando era pequeña, y por supuesto, mámá aprovechó también para rodar con ella)…
Ayer viendo las fotos, dijo que quería volver. Por supuesto, volveremos. María, al menos, disfruta mucho y a mí me encanta “volver” a las aldeas de mis recuerdos.














Vídeo de terneros tomando "biberón"; (grabado para los compis de María)