sábado, 30 de junio de 2012

Vacaciones en Playa Blanca, Lanzarote

Hace años durante mis vacaciones me gustaba hacer turismo cultural. No todos lo entendían: pasarse horas andando para ver monumentos, quitar fotos de "piedras" como me decía un ser querido, volver de las vacaciones sin bronceado...
Ahora que, como me dijo un australiano que conozco, he "sentado la cabeza" (los australianos llevan muy mal el asentarse), con unos añitos más, una niña y un marido, lo que quiero hacer es sencillamente, descansar y desconectar.

Este año he repetido por primera vez, destino turístico, algo que siempre rechacé hacer. El sitio lo merece: Playa Blanca, en Lanzarote. Fuimos hace dos años y nos gustó. Estuve también en otras islas, pero de momento, ésta es mi favorita.
No voy a dar datos reflejados en webs y guías turísticas. Tan sólo explicar por qué la recomiendo y por qué no me importaría volver de nuevo.

Primera razón, es una isla que posee una espectacular naturaleza, hay muchos espacios naturales y geografía muy diferenciada: acantilados, volcanes, macizos montañosos, playas, (destacaría Charco de los Clicos y  acantilados)... Segunda razón, está menos masificada que otras: Al llegar hace dos años, lo primero que me llamó la atención fue ver que las casas eran blancas, relativamente pequeñas y que no se veían edificios altos. En otras palabras, se ha construido de forma horizontal en sitio de hacerlo en sentido vertical. Incluso en las zonas más turísticas, los hoteles grandes se "esparcen a lo ancho" en sitio de crecer hacia lo alto. Al estar la isla menos masificada, es más tranquila y, en general, los hoteles están mejor acondicionados que en otros destinos más populares. Para los que tenemos niños, hay algunos muy buenos hoteles para familias, que ofrecen actividades para pequeños y grandes.
La mejor zona para alojarse es Playa Blanca, menos ventosa que otras, estupendamente cuidada y con mucha oferta de actividades, (diferentes trayectos en barco, clases de submarinismo, posibilidad de practicar snorkel o vela, alquiler de bicis...).  Por cierto, lo más económico es contratar directamente con las compañías que organizan las actividades.

Hay un paseo marítimo todo a lo largo de la costa muy cuidado y con hermosas vistas: empieza (o acaba, según se mire) en la Playa de las Coloradas;  atraviesa un precioso puerto deportivo en que hay asimismo un centro comercial (de nuevo, no se trata de un gran edificio, sino de una zona comercial "esparcida" por una amplia área); continúa pasando por delante de varias pequeñas playas; deja atrás el centro del pueblo de Playa Blanca y sigue bordeando pequeñas calas (algunas rocosas), hasta llegar al otro extremo, Montaña Roja. Los hoteles de categoría superior están cercanos al paseo marítimo, los de categoría inferior están un  poco más alejados, (aviso: la zona en que están éstos últimos está algo peor mantenida). 

Algo que me maravilla son los contrastes. Un día fuimos a la primera de las playas del Papagayo: la arena era muy suave y blanca; al día siguiente nos quedamos en la Playa de las Coloradas: la arena era volcánica y negra, al igual que las piedras.

El clima es subdesértico, con lo que abundan los cactus de gran tamaño y formas variadas. Personalmente, me encantó la forma en que el blanco de las casas "choca" con el color oscuro de la arena y de la tierra, con el verde de los cactus y el vivo colorido de las flores a lo largo del paseo.

Como me resulta imposible hacer una selección pequeña de fotos de todo lo visto, limito mi selección de fotos a Playa Blanca: Por sí sola, esta zona merece una estancia de varios días. Las fotos están ordenadas escogiendo una playa de la Reserva Natural del Papagayo como punto de partida, para a continuación tomar el paseo marítimo que empieza en la Playa de las Coloradas y va en sentido contrario hasta Montaña Roja.


































Gracias a todos los profes en este final de curso




Jueves, festival de fin de curso en el cole de la niña, ambientado en “Grease”: el personal de la escuela perfectamente caracterizado de forma acorde con la peli. Día siguiente, la super-profe Isa nos dio las “notas”: una cartilla en que nos cuentan cómo ha ido María el último trimestre. Serán guardadas con las “notas” previas y entregaremos copia a los abuelos. Y es que en realidad, nos hace más ilusión incluso a los familiares que a la niña.
Viernes, fiesta fin de curso en la piscina. Nos dieron un diploma también muy bonito en el que se ve a una niña nadando. Igualmente, lo guardaremos como recuerdo.


En estos momentos nos bombardean con cifras de recortes, recortes en todos los terrenos incluidos algunos que no deberían verse afectados: sanidad, cultura y educación. En educación, toca recortes de medios, recortes de profesores, recortes de salarios, cierres de centros en el rural…: el panorama no es muy prometedor.

Parte de mi actividad profesional la he desarrollado en formación: Soy perfectamente consciente de cómo se complica la labor del profesor con el aumento de ratios que se acabará produciendo como consecuencia, (en la enseñanza de idiomas, es probablemente el aspecto que más dificulta el aprendizaje); sé que la labor de los profesores no se acaba al salir del centro, (hay mucho trabajo de preparación de clases, de material, de corrección, etc., que se hace en casa); las vacaciones después de todo, no son tan largas como aseguran algunos, (hay muchos profesores que dedican parte de ese tiempo a preparar materiales para el siguiente curso)…

Durante el tiempo que estuve en Inglaterra me sorprendió lo poco valorado socialmente que era la figura del profesor, esa escasa valoración tenía y sigue teniendo su reflejo en una remuneración más pobre que otros profesionales. En Estados Unidos sucede algo similar, con la particularidad de que enseñar allí es casi una “profesión de riesgo” dado el alto índice de violencia juvenil de algunos centros… Ambos países tienen dificultades para cubrir vacantes de profesorado, al menos en algunas materias.
¿Es esa dirección hacia donde vamos en nuestro país? La verdad por desgracia, es que a mí me parece que sí…

Como cada fin de curso, en los medios se discute sobre la conveniencia o no de hacer regalos al profesorado. Creo que éso no es lo realmente importante. En la coyuntura actual, en que se está poniendo en peligro el que se pueda trabajar en las aulas en condiciones óptimas,  me parece absolutamente necesario hacer un homenaje a todos los profes, educadores, monitores, etc., etc., que nos ayudan a las familias en el proceso de educación de nuestros hijos e hijas. Los padres no podemos estar con los niños todo el tiempo: Muchísimas gracias por vuestro trabajo, muchísimas gracias por seguiros esforzando a pesar de los tiempos que corren.

http://www.youtube.com/watch?v=UC1FbGcRALc
Vídeo publicado por BabyRadioTv, que tomo prestado de Facebook.

domingo, 24 de junio de 2012

Cuando el niño reta

Durante las últimas semanas, nuestra hija María está  constantemente probando los límites de hasta dónde puede llegar, retándonos a veces... Es algo totalmente normal a su edad, pero al principio no sabíamos muy bien cómo lidiar. Saber cómo comportarse en este momento de desarrollo es fundamental. Creo que este artículo es útil.
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El Carácter del Niño.

La mayoría de los niños pasa por una época en que decide probar los límites que se le han impuesto y empieza a comportarse retador.

Cuando esto sucede, el niño intentará cualquier método desde la manipulación emocional, lágrimas que conmuevan al más indiferente hasta mostrar verdadera agresividad, y tener ataques de ira o pataletas en las que grita, patea, se tira al suelo, etc.

Para los padres es importante aprender a manejar estas situaciones de tal manera que no las estén provocando sin darse cuenta.

Uno de los momentos en que la mayoría de las mamás perdemos la paciencia es cuando nuestros hijos deciden comportarse así en medio centro comercial y delante de un montón de gente. Los sentimientos de vergüenza, de frustración, de impotencia surgen junto a la sensación de que el incidente sólo demuestra nuestra incapacidad para ser madres y controlar la situación.

Lo primero que se debe hacer en estos casos es precisamente olvidarse de esas sensaciones puesto que no ayudan a resolver nada y además son sentimientos infundados ya que la actitud del niño es relativamente normal en un momento dado. Después es importante ser consciente de que si no se toman las medidas necesarias, el infante empeorará y hará de estas escenas un hábito.

El mensaje que el niño debe recibir es que no está llegando a ningún lado actuando de esa forma, porque como él está probando los límites irá hasta donde se le permita. De esta forma, es importante que la madre mantenga la calma y no pierda la paciencia, pues sino se estaría poniendo al mismo nivel que el niño y perdería autoridad ante su hijo.

Luego, se le debe explicar al niño serenamente (una vez que él se haya calmado) que lo que hizo no es correcto porque no transmite ningún mensaje, y es imposible entender lo que quiere. Debe quedarle muy claro que no se hizo entender con su actitud violenta.

Seguidamente, hay que indicarle suavemente que su reprobable actitud tendrá consecuencias que pueden ser pequeños castigos. Por ejemplo, se le dice que cuando lleguen a casa, estará diez minutos castigado solo en su cuarto para que reflexione sobre su comportamiento. Toda la explicación debe ser clara y apta para la edad del niño, esto debido a que es fundamental que él entienda lo que está sucediendo. Otro castigo puede ser mandarlo a la cama cinco minutos antes.

Si tu hijo persiste con esta conducta, se deberá aumentar tiempo en el castigo. Recuerda que es fundamental explicarle la razón del castigo y nunca cedas, porque sino él creerá que ganó la batalla, que tiene el control y se volverá muy indisciplinado.

Por último, es importante que cuando el niño deje de tener esas reacciones, se lo hagas saber. Felicítalo y dile lo orgullosa que estás de él debido a su capacidad de controlarse, dile que ya está creciendo, así se sentirá muy contento y terminará por completo con su violencia. Tu hijo habrá descubierto por fin donde están los límites y sabrá que la que los pone eres tú.

sábado, 23 de junio de 2012

Volver a las aldeas de mis recuerdos

Como tantos niños que crecieron en los setenta en Galicia, soy hija de emigrantes y pasé mis primeros años con los abuelos en el rural. Cuando tenía siete años, mis padres se establecieron en Santiago, cercano a muchas aldeas.
Con 19 años, fui por primera vez a Londres como au­-pair (o lo que es lo mismo, a cuidar niños con una familia extranjera), para mejorar mi inglés. Allí me quedé extrañadísima al ver la reacción de sorpresa de los niños que cuidé al ver “en vivo” animales de granja, como gallinas, vacas, etc. La verdad es que no es tan raro como pensé en aquel momento… En una ciudad del tamaño y características de Londres, el campo queda muy lejos…
Por todo ello, me encanta “escaparme” de vez en cuando a esas aldeas en las que crecí, y proporcionarle a mi hija de 3 años la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de ver y conocer cómo se vive, (y por supuesto, cómo vivía yo cuando tenía su edad), en el campo.
Hace poco, nos “escapamos” una vez más. Fuimos a la aldea del abuelo Manolo: María vio vacas y terneros; vio a los terneros tomando, (y peleándose) por el “biberón”; vio gallinas y cogió los huevos que habían puesto (casi rompe un par, por el entusiasmo con que los echó en el recipiente en donde había que ponerlos); hizo un intento de cavar la tierra; cogió verdura y se la dio de comer ella misma a los animales; vio el tractor del tío-abuelo; jugó con los perros; pisoteó y saltó en el barro, (la norma es que con catiuscas se puede, con zapatos no); rodó prado abajo (mamá le enseñó, porque a ella le gustaba hacerlo cuando era pequeña, y por supuesto, mámá aprovechó también para rodar con ella)…
Ayer viendo las fotos, dijo que quería volver. Por supuesto, volveremos. María, al menos, disfruta mucho y a mí me encanta “volver” a las aldeas de mis recuerdos.














Vídeo de terneros tomando "biberón"; (grabado para los compis de María)

viernes, 15 de junio de 2012

Cuándo no castigar a los niños





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Si está cansado, malito...

Saber cómo castigar a un niño no es fácil. La reprimenda está prohibida en estas circunstancias.




Hay muchos tipos de castigo para intentar enmendar la mala conducta de los niños. Sin embargo, hay tres que son totalmente desaconsejables:

- El castigo físico que, además, está penado por la ley.

- El sancionador, que supone la retirada de privilegios como dejar al niño sin postre, o las reprimendas pues dañan la autoestima y alientan la mentira en los pequeños.


- Los humillantes, como ponerle de cara a la pared o hacerle copiar 100 veces “eso no se hace”, pues causan daño emocional y no reparan la actitud negativa.

Pero, además, hay determinadas circunstancias en las que un niño no debería ser castigado:

- Si está enfermo, pues puede mostrarse especialmente irritable.

- Si no ha tenido mala intención o lo ha hecho sin querer.

- Cuando no tengas claro si él es el autor de la travesura.

- Cuando se produzcan acontecimientos extraordinarios en su entorno, como un divorcio, un cambio de domicilio, la muerte de un familiar…

- Cuando ya le hayas castigado por el mismo motivo.

- Cuando está muy asustado y arrepentido por lo que ha hecho.

- Si está cansado, tiene hambre o sueño, pues no responderá ni a tus avisos ni a tus reprimendas.

- Si nosotros no estamos delante cuando cometió la infracción. Son los adultos que se encontraban con él quienes deben hacerlo.
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martes, 12 de junio de 2012

Las primeras mentiras de los niños


Nuestra hija, de poco más de tres años, ha empezado a contar sus primeras mentirijillas... Este artículo me ha parecido interesante.
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Las primeras mentiras: ¿por qué algunos niños empiezan a mentir?


Las primeras mentiras de los niños suelen aparecer entre los 3 y los 5 años. El desarrollo del lenguaje y del pensamiento, así como la experiencia social de los niños de estas edades les capacita para pensar algo que no es cierto y expresarlo. Es importante que los padres transmitan a sus hijos valores como la sinceridad para evitar las mentiras.
A partir de los 3 años algunos niños empiezan a mentir
Las primeras mentiras de los niños suelen empezar a producirse entre los 3 y los 5 años de edad.
El hecho de que algunos niños empiecen a mentir en estas edades tiene una explicación asociada al desarrollo evolutivo de los distintos ámbitos: lingüístico, cognitivo y social.
En relación con el desarrollo del lenguaje, los niños de 3 a 5 años ya poseen herramientas comunicativas y estrategias lingüísticas suficientes como para poder dar información o mantener una conversación. Esto les permite jugar con el lenguaje y decir algo que no se corresponde con la realidad.
En cuanto al desarrollo cognitivo, los niños de entre 3 y 5 años conocen su realidad existencial (el mundo de los objetos y las relaciones entre ellos, y el medio social constituido por las personas que le rodean). Además, ya poseen la función simbólica (pueden representar mentalmente la realidad a través de símbolos). Todo ello les permite transformar mentalmente la realidad e informar a otras personas sobre esa transformación. De ahí, aparece la capacidad de mentir.
En el ámbito social, los niños de estas edades empiezan a comprender normas y valores sociales y tratan de ajustarse a ellos. El deseo de cumplir las expectativas que los demás tienen hacia ellos puede inducirles a mentir.

¿Qué hacer si tu hijo comienza a mentir?

Para reaccionar adecuadamente ante las primeras mentiras de los niños es importante comprender que se producen como consecuencia del desarrollo madurativo del niño.
No obstante, es importante que los padres enseñen a su hijo valores importantes como la sinceridad y la honestidad, mostrándoles que mentir no es una conducta deseable.
Así pues, los padres, en primer lugar, deben ser un modelo de sinceridad para sus hijos. De esta manera, los niños aprenderán a ser sinceros imitando la conducta de sus padres.
Asimismo, los padres han de explicar a los pequeños que mienten que esa conducta no está bien, que no les gusta que mientan. Se pueden utilizar cuentos para trabajar el valor de la sinceridad.
Además, resulta esencial reforzar las conductas sinceras y honestas de los niños. Cuando el niño sea sincero, los padres deben mostrar su alegría y satisfacción ante ello. Así, los niños tratarán de agradar a sus padres siendo sinceros, evitando mentir.

Autora: Mónica Serrano; publicado en: www. elbebe.com

Mitos más comunes de criar niños bilingües


Este artículo ha sido escrito por Rosana A. Soto, pensando en padres que viven en Estados Unidos y que se plantean enseñar español como segunda lengua a sus hijos. Sin embargo, es perfectamente válido y aplicable para España (donde muchos padres intentan enseñar un segundo idioma a sus hijos) y, como no, para Galicia, en que tenemos la fortuna de contar con dos lenguas propias: español y gallego.
Como ya he comentado en anteriores posts, sigo percibiendo el miedo de algunos padres a que enseñar más de un idioma a sus hijos, los va a confudir, a que uno interfiera en el otro, etc. Espero que este artículo sea útil. Insisto: Aprender varios idiomas simultáneamente es posible y muy enriquecedor.

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Los 5 mitos más comunes de criar niños bilingües


Existen muchos mitos acerca de criar a un hijo bilingüe. Muchos padres de familia se desaniman porque les dicen que aprender dos idiomas puede confundir a sus hijos y causar retrasos en el habla, o que es demasiado tarde para empezar. Aquí presentamos los mitos más comunes y las razones por las que son infundados:

Criar a un niño en más de un idioma lo confunde

Ésta es la más común de las ideas equivocadas. Algunos padres creen que un niño que aprende dos idiomas a la vez termina por no diferenciarlos, y eso le crea confusión.

“Después de tan sólo días de haber nacido, todos los bebés pueden diferenciar varios idiomas”, asegura Barbara Zurer Pearson, Ph.D., autora de Raising a Bilingual Child, quien destaca que esto es especialmente cierto cuando se trata de idiomas muy diferentes entre sí, como el francés y el árabe.

“A esa edad, los bebés tienen dificultades para diferenciar dos idiomas más similares, como el inglés y el holandés, pero adquieren esa habilidad a partir de los 6 meses”, añade.

Es probable que el mito sobre la confusión de idiomas sea resultado de investigaciones antiguas, basadas en estudios pocos fiables. Según éstos, aprender dos idiomas a corta edad sitúa a un niño en desventaja respecto a los que aprenden sólo uno. Estos estudios hicieron que los educadores alentasen a los padres a abandonar su lengua materna y a enfatizar el uso del inglés.

Nuevas investigaciones demuestran que, por el contrario, ser bilingüe tiene muchas ventajas, incluyendo la capacidad para pensar de forma más flexible. Por ejemplo, las personas bilingües tienen dos o más palabras para cada concepto, lo cual les proporciona más de una manera de resolver problemas.

Criar a un niño bilingüe provoca retrasos en el habla

Es cierto que algunos niños bilingües suelen tardar un poquito más en empezar a hablar que aquellos criados en sólo un idioma. El retraso, sin embargo, es temporal y, según los expertos, esto ni siquiera es una regla general.

Desafortunadamente, cuando los padres tienen inquietudes acerca del desarrollo del habla de sus hijos bilingües, muchas veces se les aconseja erróneamente que usen sólo un idioma porque en el pasado el bilingüismo era considerado el causante de los problemas de desarrollo del habla.

“Las investigaciones indican que el bilingüismo no causa retrasos en el desarrollo del habla ni la adquisición de lenguaje”, informa Ellen Stubbe Kester, Ph.D., presidente de Bilinguistics, una compañía que ofrece productos y servicios destinados a apoyar el aprendizaje bilingüe en Austin, Texas.

Aunque tu hijo haya sido diagnosticado con algún tipo de retraso en el habla, criarlo de forma bilingüe no aumentará ni disminuirá dicho retraso.

“Varios estudios demuestran que los niños con retrasos en el lenguaje que crecen en ambientes bilingües adquieren el lenguaje a la misma velocidad que aquellos que lo hacen en un idioma”, afirma Kester.

Los niños bilingües terminan mezclando los dos idiomas

Mezclar idiomas es inevitable e inofensivo. Pero para quienes no están familiarizados con el bilingüismo, esto confirma que un niño bilingüe no puede distinguir bien sus idiomas. La mayoría de los niños bilingües mezclan los dos idiomas hasta que van aprendiendo a distinguir uno del otro.

También mezclan sus idiomas porque uno de ellos tiene mayor influencia que el otro y eso provoca una falta de vocabulario en el idioma minoritario.

Los expertos coinciden en que mezclar dos idiomas es algo temporal y desaparece a medida que el vocabulario de un niño se va desarrollando en ambos idiomas.

En realidad, personas bilingües de todas las edades mezclan sus idiomas, lo cual es un efecto conocido como intercambio de códigos. Un ejemplo perfecto es el uso generalizado del Spanglish (la mezcla del inglés y el español) por los latinos en Estados Unidos.

“A veces lo hacen porque no saben la palabra que necesitan en el idioma en el que están hablando”, dice Pearson. “Algunas personas mezclan los idiomas a propósito porque les gusta más la palabra o la frase en el otro idioma.”

Recuerda que los niños copian lo que ven y escuchan, por lo que si tu hijo vive en un ambiente donde mezclar los idiomas es la regla, esperar lo contrario sería poco realista.

Es demasiado tarde para criar a tu hijo bilingüe

Nunca es demasiado tarde. “Aprender un segundo idioma es más fácil para los niños menores de 10 años, y aún más fácil para los menores de 5, comparado con el esfuerzo que requiere para un adulto, que es mucho mayor”, asegura Pearson.

El periodo óptimo, según los expertos, parece situarse entre el nacimiento y los 3 años, justamente cuando un niño está aprendiendo su primer lengua.

Después, el mejor momento es de 2 a 7 años de edad porque todavía son capaces de procesar varios idiomas en senderos paralelos. Esto quiere decir que desarrollan un segundo sistema de lenguaje junto al primero, por lo que pueden aprender a hablar ambos idiomas como si cada uno de ellos fuese su lengua materna.

Si tu hijo es mayor de 7 años y has pensando en criarlo como bilingüe, todavía estás a tiempo de hacerlo. El tercer periodo para aprender un segundo idioma es antes de la pubertad, entre los 10 y los 13 años de edad. Después de la pubertad, los estudios demuestran que los idiomas nuevos se almacenan en una zona diferente del cerebro, por lo que los niños tienen que traducir o usar su lengua materna como sendero hacia ese nuevo idioma.

“Se habla tanto de un periodo especial de oportunidad para que un niño pequeño aprenda dos idiomas que puede ser desalentador para un niño más grande”, explica Pearson. “Es cierto que es más fácil empezar pronto, pero no es un periodo crítico porque se puede aprender un segundo idioma aun después que termine ese periodo”.

Los niños son como esponjas y serán bilingües sin esfuerzo y en poco tiempo

Aunque es más fácil que los niños aprendan un nuevo idioma cuanto más temprano estén expuestos al mismo, esto no sucede por osmosis. Es poco realista esperar que tu hijo aprenda español sentándolo frente a la tele para que vea un episodio de Dora la Exploradora tras otro.

No tiene que convertirse en una tarea, pero sí debe existir algún tipo de estructura y mucha perseverancia en lo se refiere a enseñar un segundo idioma a tus hijos, ya sea a través de conversaciones diarias o de enseñanza formal. La idea es ayudarles a aprender el idioma de forma eficaz e interesante, con estrategias relacionadas con el día a día.

Autora: Roxana A. Soto es periodista y cofundadora del sitio SpanglishBaby.com, para padres que deciden criar a sus hijos bilingües.
Escrito para BabyCenter España.

domingo, 10 de junio de 2012

Sverd i fjell; (Quedada fotográfica de blogueros, tema de junio: arte urbano)



Hice esta foto en Stavanger, una ciudad de Noruega, en 2005. Es Sverd i fjell, un monumento que me pareció impresionante y de gran belleza: Se trata de tres gigantescas espadas vikingas de 10 metros de altura que se clavan en la dura roca de la región noruega de Møllebukta (Stavanger), en honor a la batalla que unió a toda Noruega bajo el mando de Harald Hårfagre.
La espada más larga representa a la del victorioso rey Harald y las otras dos a los reyes rivales. Simbolizan la paz, ya que al estar clavadas en la roca, no volverán a ser utilizadas. Después de la batalla de Hafrsjord, Noruega entró en una edad dorada después de un siglo (el IX) de guerras constantes.
La fecha de dicha batalla se acepta tradicionalmente como la fundacional del Estado noruego: durante mucho tiempo se consideró que ésta había tenido lugar en el año 882, sin embargo, hoy no está tan claro y se fija entre los años 80 del siglo IX y el 900.a o
El monumento fue realizado por el escultor Fritz Roed e inaugurado por el Rey Olav V en 1983.
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"Quedada fotográfica" es un blog y una propuesta original: cada mes se sugiere un tema y se invita a enviar una foto.  Os animo a participar.

Primavera en nuestra comunidad; (Quedada fotográfica de blogueros, tema mayo: primavera)


Por segunda vez,  quise colaborar en el blog "Quedada fotográfica de blogueros·" en mayo,  publicando esta foto, dado que el tema de ese mes era: "Primavera". La publico con retraso en mi blog, y a partir de ahora, cuando participe en "Quedada", publicaré la foto también en mi blog.
"Quedada fotográfica" es una propuesta original: cada mes se sugiere un tema y se invita a enviar una foto. Os animo a participar.

miércoles, 6 de junio de 2012

Tener hermanos mayores y comprar dinero "está tirado"...; 2012, 6 Junio

Ayer, a la hora de leer el cuento, María, nuestra única hija, me informó de algo que yo no sabía. De acuerdo con lo que me dijo, ella es la hermana mayor de una amiguita suya del cole por la que siente especial predilección... No estoy segura de si es una decisión que ha tomado ella sóla o si es algo consensuado con la otra niña... Supongo que es comprensible hasta cierto punto, dado que María es en este momento la mayor de su cole, (aunque sólo tres días mayor que la otra, pero bueno, esa es otra cuestión...).
A continuación me dijo que quería tener una hermana mayor. Con el fin de asegurarme de entender bien, le pregunté si quería un bebé, una hermana pequeñita que luego creciera, pero me dijo que no, que ella quería una hermana mayor que ella... Después de oír sus explicaciones, me quedó muy claro: ya tiene una primita pequeña, va a tener un primito bebé pronto, y lo que quiere es una hermana mayor... Su padre y yo intentamos explicarle que no podía ser...
Sin embargo, no estoy muy segura de que lo entienda perfectamente: Pocos días antes, tras nuestro regreso de una semana de vacaciones en Canarias, nos dijo que quería ir otra vez allí. Cuando su padre le dijo que no teníamos dinero, ella le dió una respuesta rápida y tajante: "Papi, pues compra más"...