Año pasado: Durante un fin de semana en casa de mi hermana Bea y su marido, hubo primero sesión de complementos: la niña acabó cubierta de collares y horquillas. Además, el no va más: mi hermana la maquilló. María estaba encantada pero no se estaba quieta, por lo que mi hermana no acabó “el trabajo” y el maquillaje duró poco...
Unos días más tarde en casa, para entretenerla le pregunté si quería pintarse otra vez. Contentísima, contestó que sí, por lo que quité mi maquillaje y pinturas suyas compradas para los festivales. Empecé a maquillarla, pero acabé cediendo y dejándola pintarse a sí misma. Resultado: acabó pintarrajeada hasta el punto de que al tocar la ropa, el sofá, etc. manchaba todo. Decidí borrarle la cara, pero no quería: ¡Que gritos, se enteró todo el edificio!
Desde entonces, ha pedido pintarse la cara un montón de veces: ¡menos mal que lo que prefiere son mariposas, y no maquillaje de fiesta!.
Más recientemente: Fuimos a hacer una visita a unos tíos míos. Mi tía tenía las uñas pintadas en un tono rosa clarito. María, que está en la época del “todo rosa o violeta” y que llevaba mucho tiempo queriendo pintarse las uñas, a pesar de que a sus papis no les hacía mucha gracia…, se fijó rápidamente en la uñas de tía Visita. Mami y papi habían acordado claudicar ante tanta insistencia de la niña, y finalmente, le sugerí a mi tía que, si quería hacerle un regalazo, se las pintase… ¡Dios!, lo sorprendida que me quedé viendo lo quietecita que estaba durante el proceso y los minutos siguientes… Hubo que decirle que ya podía mover los dedos… Y creedme, estarse quieta en mi hija, es muy, muy, raro…
Unos días más tarde en casa, para entretenerla le pregunté si quería pintarse otra vez. Contentísima, contestó que sí, por lo que quité mi maquillaje y pinturas suyas compradas para los festivales. Empecé a maquillarla, pero acabé cediendo y dejándola pintarse a sí misma. Resultado: acabó pintarrajeada hasta el punto de que al tocar la ropa, el sofá, etc. manchaba todo. Decidí borrarle la cara, pero no quería: ¡Que gritos, se enteró todo el edificio!
Desde entonces, ha pedido pintarse la cara un montón de veces: ¡menos mal que lo que prefiere son mariposas, y no maquillaje de fiesta!.
Más recientemente: Fuimos a hacer una visita a unos tíos míos. Mi tía tenía las uñas pintadas en un tono rosa clarito. María, que está en la época del “todo rosa o violeta” y que llevaba mucho tiempo queriendo pintarse las uñas, a pesar de que a sus papis no les hacía mucha gracia…, se fijó rápidamente en la uñas de tía Visita. Mami y papi habían acordado claudicar ante tanta insistencia de la niña, y finalmente, le sugerí a mi tía que, si quería hacerle un regalazo, se las pintase… ¡Dios!, lo sorprendida que me quedé viendo lo quietecita que estaba durante el proceso y los minutos siguientes… Hubo que decirle que ya podía mover los dedos… Y creedme, estarse quieta en mi hija, es muy, muy, raro…
Últimamente: En esta época hace frío, y de vez en cuando cuando los labios se le empiezan a cuartear, le echo un protector labial: no barra de labios con color, sólo protector labial incoloro... Da igual, pone boquita de piñón, y pasa un rato sin hablar… No importa que le hablen, durante un ratito, ella no puede hablar porque tiene “los labios pintados”.
Y podría contar mucho más… (¡que "miedecito" nos entra a su padre y a mí, cuando adopta posturistas tipo "Barbie" delante del espejo, o incluso sin estar delante del espejo!), pero dejemos el tema aquí…
JAJAJAJA!!! Tranquila,no eres la unica,yo a veces me pregunto a quien se parece mi hija pq no hay cosa que mas le guste q el maquillaje y la laca de uñas.Son muchas las fotos d esa carita totalmente pintarrajeada y muchos los pintalabios inservibles tras pasar por sus manos.Ahora cada vez que m maquillo para salir somos dos las maquilladas...no se como sera cuando tengan 15!!!!Y si,da bastante "miedecito"
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