viernes, 9 de diciembre de 2011

"El cielo está pegado"; (Verano 2011)

"El cielo está pegado". Cuando mi hija pronunció esta frase, pensé: "Tengo que empezar a poner estas cosas por escrito antes de olvidarlas por completo". Y el contexto en que la pronunció fue éste:
Íbamos en coche mi marido, nuestra hija María, y yo. Mi marido conducía y yo iba sentada en los asientos de atrás al lado de la niña. Íbamos a visitar a mis suegros que tienen una casa en zona de mar. Estábamos muy cerca de su casa y circulábamos por una pequeña carretera que bordea el mar . Había muchas casas a los lados, pero entre los tramos de casas y de árboles se podía ver el mar. Estaba oscureciendo, y en el horizonte, el límite entre cielo y mar parecía un tanto difuso.

Yo llamaba la atención de la niña sobre las cosas que se podían ver desde su ventana. Durante los últimos días, habíamos comentado ella y yo que el sol estaba en el cielo durante el día, pero que durante la noche salía la luna. María conocía bien al sol puesto que lo veía todos los días. Sin embargo, parecía un poco perpleja con la luna porque, después de todo, es esa cosa que sale por la noche, cuando ella y los demás niños tienen que ir a acostarse.
Si no recuerdo mal aquel atardecer, ella señaló al cielo diciendo que era el mar. Entonces yo le repetí la “lección” de los días anteriores y le dije algo así como: “No, ése es el cielo. Lo que está arriba es el cielo y lo que está abajo es el mar; en el cielo está el sol durante el día y durante la noche el sol se va y sale la luna. Y le repetí para mayor claridad: “Lo que está arriba es el cielo, y lo que está abajo es el mar”. Ella calló y, pasados unos segundos, afirmó satisfecha, con tono de convicción: “El mar está pegado”.
Y en cierta forma, creo yo, no le falta razón…

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