domingo, 11 de diciembre de 2011

“Papi, ven pronto; 2011, 10 diciembre

Esta mañana, sábado, mi marido salió de casa a hacer unas gestiones. Estando fuera, María recordó que quería coger la chocolatina de hoy en el calendario de adviento. Ese calendario se lo regalaron y decidimos utilizarlo como forma de motivación para que desayune, se vista y se lave los dientes sin eternizarse: es decir, puede abrir la ventana del calendario y coger la correspondiente chocolatina si ha hecho las cosas en un período de tiempo razonable. Como su papá la había cuidado por la mañana, le dije que tenía que preguntarle a él si podía cogerla. Ni corta ni perezosa, abrió la puerta de la calle y grito: “Papi, ven pronto”; como podéis imaginar, su papá estaba bastante lejos y no podía oírla y así se lo dije. De allí a un rato como papi tardaba, volvió a repetir la operación: de nuevo abrió la puerta y gritó: “Papi, ven pronto”. Yo decidí sin decirle nada, echar la palanca de seguridad que tenemos para impedir que pudiese abrir la puerta del todo y salir de casa sin que me diese cuenta.
De allí a un rato, la veo coger su sillita pequeña, ponerse de pie en ella y quitar la palanca. Al darse la vuelta, me encontró mirando para ella y me dijo a modo de recriminación: “Así papi no puede entrar”. Y de nuevo abrió la puerta y volvió a gritar lo mismo.
Como la había visto por primera vez a ella sóla quitar la palanca de seguridad, me asaltó la duda de si era realmente ingenua y no se daba cuenta de que papi no la oía, o si sencillamente buscaba salirse, una vez más, con la suya. Decidí dejarlo correr… Papi, aunque no la había oído, vino pronto y sí, le dejó coger la chocolatina.

2 comentarios:

  1. La ultima duda ya te la resuelvo yo, buscaba salirse con la suya!!! La ingenua eres tu.....hermanita!!!

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  2. No hay que tomar tan literalmente el texto... Personalmente, creo que hay algo de las dos cosas: quererse salir con la suya e ingenuidad al pensar que papi la oía...

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